Bienvenidos a Poetas al desnudo

Los invitamos a expresarse de la mano de los poetas contemporáneos más destacados de Latinoamérica, a identificarse con ellos y con nosotros. Sólo deben contarnos qué piensan acerca de las poesías que publicaremos, qué les producen a ustedes. También serán bien recibidas futuras propuestas acerca de posibles obras a analizar.
¡Que lo disfruten!

martes, 3 de mayo de 2011

SALVACIÓN, Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik, gentileza de google
Se fuga la isla 
Y la muchacha vuelve a escalar el viento 
y a descubrir la muerte del pájaro profeta 
Ahora 
es el fuego sometido 
Ahora 
es la carne 
    la hoja 
    la piedra 
perdidos en la fuente del tormento 
como el navegante en el horror de la civilización 
que purifica la caída de la noche 
Ahora 
la muchacha halla la máscara del infinito 
y rompe el muro de la poesía.



   El mismo concepto de esta obra remite a uno de los objetivos más importantes para Alejandra Pizarnik. “Aspiro a la lucidez, temo no hallarla nunca”, escribía en su diario en el año 1955, mientras esperaba el milagro que emergía de su propia obra, la magia de las palabras. Era muy conciente de que su propia actividad diaria era la que la salvaba de sí misma. El quehacer poético era la causa y la consecuencia de la salvación de la autora.


   En “Salvación”, Alejandra recrea el tormento y la caída al ansiado estado de inconciencia, el sueño, la noche, que para la autora siempre significó la lujuria, la fantasía y la magia. La noche para ella era un mundo en el que se purgaban los demonios del día, se trastornaban los prejuicios.

   Para Pizarnik,  la isla es el refugio, su hogar, su mundo, un ente aislado. Sin el cual la autora se ve sometida a la violencia destructora del viento. En consecuencia, el pájaro profeta, ave fénix, el yo poético de la autora como un ser libre encarnado en un animal, muere, se vuelve ceniza, fuego sometido. La carne, la hoja y la piedra son el mundo que, perdido en la fuente de tormento, queda sin sentido. Un mundo sin la fuerza de la poesía o de las palabras.

   Ante esta desesperación pasiva, ella navega en el horror de la civilización, los restos de un mundo amado, la isla. Sólo con la caída de la noche, la purificación es posible. Finalmente, la máscara es al infinito lo que el muro es a la poesía. La vida eterna está en las palabras, el secreto de la inmortalidad es encarnado en la poesía, un infinito escondido detrás de una máscara, detrás de un muro. Para salvarse, Alejandra tiene que romper el muro, escribir poesía.




Natalia Grinschpun

8 comentarios:

  1. MUY BACANO EL BLOG...!! SALUDOS DESDE ECUADOR

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  2. Mala la wea me saque un uno por su caga

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    1. Qué pena saber eso. Espero que tu vida haya sido un éxito igual. Nunca olvides cuestionar el Status Quo. Besitos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Qué otro interpretación se lo podría dar a esta poesía?

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    1. Podría ser todo lo contrario. Que la máscara que debemos ponernos diariamente para afrontar el mundo del horror, esa "civilización", sea nuestra salvación. Paradójico, no?
      Que se fugue la isla, sería que se vaya la inspiración. El fuego sometido, son esas tripas revolucionarias acalladas, la hoja está en blanco. La carne y la piedra como lo básico al descubierto, perdidos en el mundo del cotidiano, "la fuente del tormento".
      Quien se anima a navegar en ese horror, es salvado, purifica la oscuridad.
      Entonces yo, Alejandra, me pongo esa máscara, esa armadura para salir al mundo. Me disfrazo, me mimetizo. Rompiendo así, el tormento de sentir la poesía por dentro.

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